Se acercan elecciones y parece que una vez más no hay que ser un gran estadista o un analista político para saber quién será el nuevo presidente (en la teoría porque en la práctica es Emilio Botín) del Gobierno de España, todo parece indicar que será Rajoy o en su defecto, si ocurre una ecatombe electoral como hace siete años, Rubalcaba.
En los tiempos que corren todo el mundo está hasta los mismísimos de la clase política y sin embargo, cuando llega la cita electoral, siempre salen votados los mismos. La lógica electoral nos dice que en un momento de cabreo generalizado con la clase política, los cambios electorales deberían ser drásticos pero parece que no va a haber grandes diferencias y como siempre en la historia en la democracia, todo irá entre dos opciones, la opción A (El gobierno) o la opción B (El partido que más se parezca al del gobierno y se haga llamar oposición).
Así, pues, todo parece indicar que se va a recurrir al "voto castigo", a la "opción B" para mostrar el desacuerdo con el mal gobierno que se ha implantado en España durante los últimos años, una opción que se muestra como la opción de "El Salvador", "El que nos va a sacar del apuro", si la "opción B" no es capaz de hacerlo ¿Quién lo va a hacer si sólo están la opción A y la opción B? ¿Es que hay más opciones?.
Parece ser que la amnesia colectiva vuelve a cundir una vez más y al populacho ya se le ha olvidado el por qué dejó de elegir la opción B para decantarse por la opción A a la que ahora pretende castigar mediante el "voto castigo".
Con la crisis, el paro, las reformas y la corrupción ya parecen haberse olvidado aquellos tiempos en los que España participó en una Guerra a la que nadie le había llamado, pasándose por el forro a las recomendaciones de la ONU y poniéndonos en consecuencia como objetivo del terrorismo islámico que hasta el momento no estaba interesado en meter sus narices en países que no participaban en "cruzadas" como España.
Ya nos hemos olvidado del "decretazo" o forma de recortar los derechos de los trabajadores saltándose sistemáticamente la negociación colectiva, se han olvidado de los recortes sociales EN TIEMPOS DE BONANZA ECONÓMICA, de la implantación obligatoria de la religión en las aulas, de la pésima gestión de crisis medioambientales como El Prestige, de un Teruel que permaneció como única provincia sin autovía y de la corrupción de hombres de traje y corbata como Camps.
Parece haberse quedado en el olvido aquel clamor popular del pueblo aragonés que salió en masa a las calles a rechazar el Plan Hidrológico Nacional y el Trasvase del Ebro como una agresión contra el futuro del País Aragonés, un Trasvase que se iba a hacer "por cojones" y que iba a ser "un paseo militar", un trasvase de agua para dejar de regar los Monegros secos y así, regar campos de golf en el Levante. Un Trasvase que supuso un absoluto menosprecio a la voluntad de todo un pueblo como es el pueblo aragonés.
También se ha olvidado que la opción B fué la que trajo la crisis que ahora sufrimos tan duramente, que fue Aznar quien nos metió en la trampa del Euro sin consultarlo en referéndum como habría sido menester sobre un asunto tan importante como un cambio brusco en la política económica y la moneda. Parece haberse olvidado que quien impulsó la política del ladrillo, de la especulación y el crecimiento insostenible fué el PP animando a las familias a comprar casas a pagar en 70 años apoyadas en trabajos de albañilería que parecía que iban a durar siempre.
La opción B ha calado profundo en la opinión pública y ahora parecen que van a ser los "salvapatrias" personajillos como Jaime el de la Oreja Mayor quien declaró que con Franco no se vivía tan mal o Esperanza Aguirre que llamó vagos y maleantes a los maestros, aquellos que se preocupan por formarnos como personas. Nos hemos olvidado del mismo Aznar quien en tiempos de la Transición criticó tanto a una Constitución que ahora se alardea de defender y su esposa Ana Botella la que trata de enfermos a los homosexuales. También han quedado en el olvido gentes como Manuel Pizarro que pretende hacernos olvidar que fue el Presidente de ENDESA y como buen gran empresario, un enemigo declarado de lo público. Líderes como Atarés que por lamer el culo a sus jefes se opuso a los intereses de su pueblo en el asunto del Trasvase del Ebro o líderes como Jaume Matas y Camps inmersos en serios asuntos de corrupción. Un largo etcétera de nombres de personas incompetentes y con oscuros ideales que en menos de un mes pueden volver a gobernar los destinos de España.
De hecho, no estamos hablando de una amenaza, estamos hablando de una realidad. Apenas han comenzado a gobernar en las autonomías y ya hemos visto recortadas y bajo amenaza de privatización dos de los cinco pilares del Bienestar como la Sanidad y la Educación por no hablar de recortes drásticos en el otro pilar del Bienestar como son los Servicios Sociales anulando o retrasando los pagos de las prestaciones a aquellos que no tienen un duro en sus bolsillos por una crisis de la que no son culpables. Se han cerrado las puertas a las infraestructuras que tanto necesitan como inversión de futuro y para el desarrollo de amplias regiones a lo largo y ancho del país mientras se siguen pagando a las Cajas de Ahorros "rescatando" los desorbitados sueldos de sus ejecutivos y mientras tanto ni se han dignado en recortar sus abultados sueldos de diputados.
En Aragón, ésta Opción B va de la mano del PAR, ese partido que se vende al mejor postor y que manda por tierra todos sus principios con tal de mantenerse en el poder y donde dije digo digo Diego, que tiene como único objetivo asegurar unos cuantos puestos políticos antes de defender realmente los intereses de Aragón como el Trasvase del Ebro, el desarrollo rural, el autogobierno o las infraestructuras que nunca han interesado a sus ahora socios ¡Con los que no iba a haber "Pacto Global"!
Y ahí quedan ejemplos de la inminente amenaza del Plan B con ideas tan maravillosas como devolver a España la "cadena perpétua" contradiciendo el principio de reinserción social dado que un preso condenado a quedar de por vida bajo cuatro paredes no tendrá ninguna opción de reinserción, llevándonos a modelos penitenciaros como el de Estados Unidos que tantas injusticias provoca, siendo quizá un paso hacia atrás en un camino que quizá nos lleve a la Pena de Muerte que en su tiempo la Opción B defendió cuando se elaboró la Constitución.
En definitiva parece que nos hemos olvidado de que vamos a votar a la Opción B en un día, un 20 N en el que falleció ese Gran Dictador que cientos de miles de vidas costó, que retrasó en treinta años el progreso de un país y que precisamente, dejó como sucesores a los que hoy pretenden gobernar, no hay que olvidar que ministro de éste Gran Dictador fue el que hoy es Presidente Honorífico del Partido Popular, aquel que hoy habla en gallego (Por poner un idioma, en realidad no se le entiende ni papa) y en tiempos mandaba callar a aquellos que querían hablar en su lengua materna en los lugares públicos. Nunca han negado su vinculación con aquella época de la España Grande y Libre ni se han molestado en condenarla quedando como el único Estado Europeo que no ha condenado ni juzgado los crímenes realizados por la dictadura fascista y cuando algún "valiente" como Garzón han osado hacerlo, se ha tenido que ver condenado al exilio. Un partido que nunca permitió que se diera un entierro digno a "los perdedores" y por tanto, que supone una continuidad de aquel partido Nacional-Catolicista que nos gobernó bajo sangre y fuego durante cuarenta años.
Así pues, en éstas elecciones tenemos la opción de votar por el "voto castigo" o la "Opción B" y votar al partido de los grandes terratenientes, de los curas, los fascistas, la gran burguesía empresarial y los banqueros o votar a los partidos del pueblo, los que defienden el Estado de Bienestar, los que defienden los derechos sociales y económicos de la clase obrera. Esperemos que un día cambie la lógica de la historia y se desmantele nuestro sistema bipartidista al estilo United Kingdom o USA y tengamos un sistema Democrático de verdad en el cual la voz del pueblo sea realmente la que quede reflejada en las urnas. ¡Salud y República!
En los tiempos que corren todo el mundo está hasta los mismísimos de la clase política y sin embargo, cuando llega la cita electoral, siempre salen votados los mismos. La lógica electoral nos dice que en un momento de cabreo generalizado con la clase política, los cambios electorales deberían ser drásticos pero parece que no va a haber grandes diferencias y como siempre en la historia en la democracia, todo irá entre dos opciones, la opción A (El gobierno) o la opción B (El partido que más se parezca al del gobierno y se haga llamar oposición).
Así, pues, todo parece indicar que se va a recurrir al "voto castigo", a la "opción B" para mostrar el desacuerdo con el mal gobierno que se ha implantado en España durante los últimos años, una opción que se muestra como la opción de "El Salvador", "El que nos va a sacar del apuro", si la "opción B" no es capaz de hacerlo ¿Quién lo va a hacer si sólo están la opción A y la opción B? ¿Es que hay más opciones?.
Parece ser que la amnesia colectiva vuelve a cundir una vez más y al populacho ya se le ha olvidado el por qué dejó de elegir la opción B para decantarse por la opción A a la que ahora pretende castigar mediante el "voto castigo".
Con la crisis, el paro, las reformas y la corrupción ya parecen haberse olvidado aquellos tiempos en los que España participó en una Guerra a la que nadie le había llamado, pasándose por el forro a las recomendaciones de la ONU y poniéndonos en consecuencia como objetivo del terrorismo islámico que hasta el momento no estaba interesado en meter sus narices en países que no participaban en "cruzadas" como España.
Ya nos hemos olvidado del "decretazo" o forma de recortar los derechos de los trabajadores saltándose sistemáticamente la negociación colectiva, se han olvidado de los recortes sociales EN TIEMPOS DE BONANZA ECONÓMICA, de la implantación obligatoria de la religión en las aulas, de la pésima gestión de crisis medioambientales como El Prestige, de un Teruel que permaneció como única provincia sin autovía y de la corrupción de hombres de traje y corbata como Camps.
Parece haberse quedado en el olvido aquel clamor popular del pueblo aragonés que salió en masa a las calles a rechazar el Plan Hidrológico Nacional y el Trasvase del Ebro como una agresión contra el futuro del País Aragonés, un Trasvase que se iba a hacer "por cojones" y que iba a ser "un paseo militar", un trasvase de agua para dejar de regar los Monegros secos y así, regar campos de golf en el Levante. Un Trasvase que supuso un absoluto menosprecio a la voluntad de todo un pueblo como es el pueblo aragonés.
También se ha olvidado que la opción B fué la que trajo la crisis que ahora sufrimos tan duramente, que fue Aznar quien nos metió en la trampa del Euro sin consultarlo en referéndum como habría sido menester sobre un asunto tan importante como un cambio brusco en la política económica y la moneda. Parece haberse olvidado que quien impulsó la política del ladrillo, de la especulación y el crecimiento insostenible fué el PP animando a las familias a comprar casas a pagar en 70 años apoyadas en trabajos de albañilería que parecía que iban a durar siempre.
La opción B ha calado profundo en la opinión pública y ahora parecen que van a ser los "salvapatrias" personajillos como Jaime el de la Oreja Mayor quien declaró que con Franco no se vivía tan mal o Esperanza Aguirre que llamó vagos y maleantes a los maestros, aquellos que se preocupan por formarnos como personas. Nos hemos olvidado del mismo Aznar quien en tiempos de la Transición criticó tanto a una Constitución que ahora se alardea de defender y su esposa Ana Botella la que trata de enfermos a los homosexuales. También han quedado en el olvido gentes como Manuel Pizarro que pretende hacernos olvidar que fue el Presidente de ENDESA y como buen gran empresario, un enemigo declarado de lo público. Líderes como Atarés que por lamer el culo a sus jefes se opuso a los intereses de su pueblo en el asunto del Trasvase del Ebro o líderes como Jaume Matas y Camps inmersos en serios asuntos de corrupción. Un largo etcétera de nombres de personas incompetentes y con oscuros ideales que en menos de un mes pueden volver a gobernar los destinos de España.
De hecho, no estamos hablando de una amenaza, estamos hablando de una realidad. Apenas han comenzado a gobernar en las autonomías y ya hemos visto recortadas y bajo amenaza de privatización dos de los cinco pilares del Bienestar como la Sanidad y la Educación por no hablar de recortes drásticos en el otro pilar del Bienestar como son los Servicios Sociales anulando o retrasando los pagos de las prestaciones a aquellos que no tienen un duro en sus bolsillos por una crisis de la que no son culpables. Se han cerrado las puertas a las infraestructuras que tanto necesitan como inversión de futuro y para el desarrollo de amplias regiones a lo largo y ancho del país mientras se siguen pagando a las Cajas de Ahorros "rescatando" los desorbitados sueldos de sus ejecutivos y mientras tanto ni se han dignado en recortar sus abultados sueldos de diputados.
En Aragón, ésta Opción B va de la mano del PAR, ese partido que se vende al mejor postor y que manda por tierra todos sus principios con tal de mantenerse en el poder y donde dije digo digo Diego, que tiene como único objetivo asegurar unos cuantos puestos políticos antes de defender realmente los intereses de Aragón como el Trasvase del Ebro, el desarrollo rural, el autogobierno o las infraestructuras que nunca han interesado a sus ahora socios ¡Con los que no iba a haber "Pacto Global"!
Y ahí quedan ejemplos de la inminente amenaza del Plan B con ideas tan maravillosas como devolver a España la "cadena perpétua" contradiciendo el principio de reinserción social dado que un preso condenado a quedar de por vida bajo cuatro paredes no tendrá ninguna opción de reinserción, llevándonos a modelos penitenciaros como el de Estados Unidos que tantas injusticias provoca, siendo quizá un paso hacia atrás en un camino que quizá nos lleve a la Pena de Muerte que en su tiempo la Opción B defendió cuando se elaboró la Constitución.
En definitiva parece que nos hemos olvidado de que vamos a votar a la Opción B en un día, un 20 N en el que falleció ese Gran Dictador que cientos de miles de vidas costó, que retrasó en treinta años el progreso de un país y que precisamente, dejó como sucesores a los que hoy pretenden gobernar, no hay que olvidar que ministro de éste Gran Dictador fue el que hoy es Presidente Honorífico del Partido Popular, aquel que hoy habla en gallego (Por poner un idioma, en realidad no se le entiende ni papa) y en tiempos mandaba callar a aquellos que querían hablar en su lengua materna en los lugares públicos. Nunca han negado su vinculación con aquella época de la España Grande y Libre ni se han molestado en condenarla quedando como el único Estado Europeo que no ha condenado ni juzgado los crímenes realizados por la dictadura fascista y cuando algún "valiente" como Garzón han osado hacerlo, se ha tenido que ver condenado al exilio. Un partido que nunca permitió que se diera un entierro digno a "los perdedores" y por tanto, que supone una continuidad de aquel partido Nacional-Catolicista que nos gobernó bajo sangre y fuego durante cuarenta años.
Así pues, en éstas elecciones tenemos la opción de votar por el "voto castigo" o la "Opción B" y votar al partido de los grandes terratenientes, de los curas, los fascistas, la gran burguesía empresarial y los banqueros o votar a los partidos del pueblo, los que defienden el Estado de Bienestar, los que defienden los derechos sociales y económicos de la clase obrera. Esperemos que un día cambie la lógica de la historia y se desmantele nuestro sistema bipartidista al estilo United Kingdom o USA y tengamos un sistema Democrático de verdad en el cual la voz del pueblo sea realmente la que quede reflejada en las urnas. ¡Salud y República!