Campeones, somos Campeones del Mundo, es lo que se repite hasta la saciedad en todos los medios de comunicación españoles. España es Campeona del Mundo ¿España o su selección de futbol? Porque en lo que se refiere a España no hay nada más lejos de la realidad, no sólo no somos campeones, sino que no nos hemos clasificado para el Mundial de los países con mayor bienestar social, nuestros indicadores económicos son fácilmente superados por cualquier país occidental, hemos quedado eliminados en primera ronda en investigación y hemos sido goleados por todas los países desarrollados en educación. Incluso en lo único que puede parecer que somos los mejores, en deporte con tanto Gasol, Iniesta, Nadal y Alonso, no somos los mejores quedando siempre en un lugar ridículo en los Juegos Olímpicos que es donde realmente se demuestra quién es el mejor. Al parecer en eventos que requieran más uso del cerebro y menos de dar patadas a un balón como puede ser el ajedrez, nunca hemos tenido ni tendremos copas títulos ni diplomas, todo lo contrario de lo que fue en la Unión Soviética, país que tuvo más en cuenta el cultivo de la mente y creó grandes maestros del ajedrez como Karpov y Kasparov.
Por lo visto parece que se han curado todos los males en España, han recortado el sueldo a los funcionarios, se ha abierto la puerta al despido libre, han congelado las rentas de los pensionistas, han eliminado los derechos de las familias y los dependientes, nuestra economía se desploma a pasos agigantados, hay corrupción e inmunidad de los peces gordos ante los tribunales, desvían grandes cantidades de dinero en primas para futbolistas, vamos camino de los cinco millones de parados, aumenta la pobreza, se recorta la ayuda al desarrollo...PERO NO PASA NADA, SOMOS CAMPEONES, eso quita todos los males.
El Gobierno que estaba en jaque con tras asaltar los derechos de los trabajadores, ha conseguido por fín el paraguas de salvación que necesitaba ante la tormenta que le estaba cayendo, la Copa del Mundo de su selección, con ésto ya nadie se va a acordar de todo lo mal que les están haciendo pasar, un triunfo que a la gente de a pie no le ha generado un aumento de sueldo, o un puesto de trabajo, o una mayor protección social, nada que contribuya a mejorar su calidad de vida pero no pasa nada, la televisión dice que tenemos que ser felices por el triunfo de la selección, que es lo más bueno que le ha podido pasar a España desde el final de la Reconquista.
En éste país de borregos, nadie sale a la calle a manifestarse cuando nos recortan el sueldo, nos condenan a un paro perpetuo, nos quitan nuestros derechos laborales pero nadie duda en salir aunque no tenga ni idea de futbol a celebrar el triunfo de su selección, todas las calles de España se llenan.
Y en nuestras ciudades donde para superar los agujeros en las cuentas municipales, los policías locales se ceban a poner multas por cualquier escusa, hay via libre para tocar el claxon del coche por las calles hasta la saciedad, crear alboroto y botellones, romper el descanso de los que tienen que madrugar para trabajar, llenar de suciedad las calles...no pasa nada, hoy no se multa a nadie, ha ganado España, somos campeones.
España no es por lo tanto campeona del Mundo, lo será cuando un español sea nombrado Premio Nobel de la ciencia, cuando tengamos la tasa más baja en fracaso escolar, cuando un español haya descubierto un remedio contra el cancer, cuando se haya descubierto por un español una gran aplicación informática, cuando quede España entre los cinco primeros del medallero olímpico, cuando un ingeniero español diseñe una nueva maravilla de la humanidad, cuando tengamos la tasa más baja de pobreza y la menor tasa de desiguadad de rentas entre clases, cuando pase todo eso entre otras cosas, podremos salir a la calle con banderas nacionales para celebrar que somos Campeones, mientras tanto todo es borreguismo y a celebrar lo que nos dice la tele que celebremos. Unos medios de comunicación que dedican la práctica totalidad de su programación a comentarnos la buena forma que tienen nuestros futbolistas pero no nos informan nada sobre las deficiencias en el sistema de protección social español que cada vez son más con el imparable avance del neoliberalismo.
Por fin todos los fascistas han podido salir a la calle tranquilamente con sus banderas anticonstitucionales mezclándose entre la multitud entusiasmada con el triunfo de la selección, aprovechando para ponérsela en la cara ante cualquier inmigrante que pase por la calle pero ahora no pasa nada, somos campeones y ya no está mal visto el intimidar a un inmigrante gritándole al oído España, España, España. Para todos los centralistas ha sido una escusa perfecta para anular cualquier sentimiento de nación en la península más allá del español, ahora ya no somos gallegos, catalanes, aragoneses, vascos o valencianos, ahora somos españoles, yo soy español, español, español. Un momento perfecto para sacar bien a la luz a una impopular bandera rojigualda falta del color morado en su franja inferior. Pero todo está muy bien montado, mientras que en el Reino Unido se permite participar en el Mundial a las selecciones regionales como Escocia o Gales, en España sólo se deja jugar cuatro partidos ridículos de Navidad a las selecciones regionales temiendo que en un Mundial la selección española sea humillada por la catalana de los Xavi, Piqué y Puyol con una goleada. Está claro que si la selección española no pudiera contar con jugadores de otra nacionalidad como la catalana, no habría ganado el Mundial.
Todos en éste país nos conformamos con los mil euros que nos pagan de sueldo, y eso si tenemos la suerte de tenerlo pero a nadie le importa que los jugadores españoles de fútbol reciban miles de millones y seguro que a más de uno no le importaría que le recortasen el sueldo si es para pagar a tan apreciados jugadores un plus con el objetivo de que ganen más partidos, a mucha gente parece que los triunfos deportivos de su selección le provocan más satisfacción que el bienestar social de sus familias.
Se dice que desde el Mundo se nos mira con admiración cuando en Europa, especialmente en el norte y centro donde no dan tanta importancia a la parafernalia futbolera, se rien contínuamente de nosostros al vernos como una prolongación del continente africano, como unos pobretones sometidos a gobiernos corruptos, como unos palurdos sin inteligencia que no piensan en otra cosa más que en toros, fútbol y fiesta. Seguimos dando esa imagen en Europa y seguimos en consecuencia siendo el bufón de los europeos. Al igual que pasa con nuestros hermanos italianos, sólo tenemos fútbol y religión, el progreso, el desarrollo y la protección social lo tienen otros como los amigos escandinavos.
Ahora tenemos mascota nacional, otros países como la antigua URSS ya lo tuvieron en tiempos, ellos tenían a Laika, una perra que llegó al espacio demostrando un gran desarrollo científico y tecnológico de su civilización y los británicos tuvieron a la oveja Dolly demostrando un gran avance biológico...en España ahora tenemos como mascota adoptada al Pulpo Paul demostrando un gran avance del borreguismo y palurdismo futbolero.
Te sientas en un café y en la tertulia te pones a hablar sobre las críticas al neoliberalismo y los fallos del estado del bienestar, demostrando con grandes argumentos las tesis científicas de Marx y la gente parece aburrirse, nadie sabe de qué hablas, parece incluso que hablas en otro idioma, en cambio eres el centro de atención y de admiración cuando te pones a hablar de la estadistica goleadora de tu selección de fútbol y con grandes argumentos demuestras al público que es preferible sacar de delantero a Fernando Torres, entonces eres el amo, el sabio, el erudito. Te miran raro (Y con razón porque en los mass media no se habla de otra cosa) si no te has enterado del resultado de la selección pero si comentas que te has enterado del nuevo cacique de turno que ha sido imputado por corrupción se quedan todos sorprendido más que nada porque no saben de quién se trata. Y es que aquí todo el mundo sabe quien es Iker Casillas, Iniesta, Xavi o Puyol pero pocos saben quién es Rosario Ibarra, Amin Maalouf, Muhammad Yunus, defensores de los derechos humanos.
En fin, penica de país, parece endémico el mal que sufre y siempre ha sufrido nuestro condenado país de toreros, futbolistas y prensa del corazón, nadie parece encontrar un remedio para que la gente dedique las fuerzas que muestra animando a su selección de futbol en salir en plantarse delante de los parlamentos a pedir mejores condiciones de vida.
Pan y circo, la mejor vacuna que ha encontrado el Gobierno contra los males de éste país y ya de paso, contra los sentimientos nacionales que tantas inquietudes le provoca al gobierno de Madrid. Penica de país que sólo pueda delebrar el triunfo de una selección de tocapelotas (Y nunca mejor dicho) en vez de poder celebrar la proclamación de la República.
Por lo visto parece que se han curado todos los males en España, han recortado el sueldo a los funcionarios, se ha abierto la puerta al despido libre, han congelado las rentas de los pensionistas, han eliminado los derechos de las familias y los dependientes, nuestra economía se desploma a pasos agigantados, hay corrupción e inmunidad de los peces gordos ante los tribunales, desvían grandes cantidades de dinero en primas para futbolistas, vamos camino de los cinco millones de parados, aumenta la pobreza, se recorta la ayuda al desarrollo...PERO NO PASA NADA, SOMOS CAMPEONES, eso quita todos los males.
El Gobierno que estaba en jaque con tras asaltar los derechos de los trabajadores, ha conseguido por fín el paraguas de salvación que necesitaba ante la tormenta que le estaba cayendo, la Copa del Mundo de su selección, con ésto ya nadie se va a acordar de todo lo mal que les están haciendo pasar, un triunfo que a la gente de a pie no le ha generado un aumento de sueldo, o un puesto de trabajo, o una mayor protección social, nada que contribuya a mejorar su calidad de vida pero no pasa nada, la televisión dice que tenemos que ser felices por el triunfo de la selección, que es lo más bueno que le ha podido pasar a España desde el final de la Reconquista.
En éste país de borregos, nadie sale a la calle a manifestarse cuando nos recortan el sueldo, nos condenan a un paro perpetuo, nos quitan nuestros derechos laborales pero nadie duda en salir aunque no tenga ni idea de futbol a celebrar el triunfo de su selección, todas las calles de España se llenan.
Y en nuestras ciudades donde para superar los agujeros en las cuentas municipales, los policías locales se ceban a poner multas por cualquier escusa, hay via libre para tocar el claxon del coche por las calles hasta la saciedad, crear alboroto y botellones, romper el descanso de los que tienen que madrugar para trabajar, llenar de suciedad las calles...no pasa nada, hoy no se multa a nadie, ha ganado España, somos campeones.
España no es por lo tanto campeona del Mundo, lo será cuando un español sea nombrado Premio Nobel de la ciencia, cuando tengamos la tasa más baja en fracaso escolar, cuando un español haya descubierto un remedio contra el cancer, cuando se haya descubierto por un español una gran aplicación informática, cuando quede España entre los cinco primeros del medallero olímpico, cuando un ingeniero español diseñe una nueva maravilla de la humanidad, cuando tengamos la tasa más baja de pobreza y la menor tasa de desiguadad de rentas entre clases, cuando pase todo eso entre otras cosas, podremos salir a la calle con banderas nacionales para celebrar que somos Campeones, mientras tanto todo es borreguismo y a celebrar lo que nos dice la tele que celebremos. Unos medios de comunicación que dedican la práctica totalidad de su programación a comentarnos la buena forma que tienen nuestros futbolistas pero no nos informan nada sobre las deficiencias en el sistema de protección social español que cada vez son más con el imparable avance del neoliberalismo.
Por fin todos los fascistas han podido salir a la calle tranquilamente con sus banderas anticonstitucionales mezclándose entre la multitud entusiasmada con el triunfo de la selección, aprovechando para ponérsela en la cara ante cualquier inmigrante que pase por la calle pero ahora no pasa nada, somos campeones y ya no está mal visto el intimidar a un inmigrante gritándole al oído España, España, España. Para todos los centralistas ha sido una escusa perfecta para anular cualquier sentimiento de nación en la península más allá del español, ahora ya no somos gallegos, catalanes, aragoneses, vascos o valencianos, ahora somos españoles, yo soy español, español, español. Un momento perfecto para sacar bien a la luz a una impopular bandera rojigualda falta del color morado en su franja inferior. Pero todo está muy bien montado, mientras que en el Reino Unido se permite participar en el Mundial a las selecciones regionales como Escocia o Gales, en España sólo se deja jugar cuatro partidos ridículos de Navidad a las selecciones regionales temiendo que en un Mundial la selección española sea humillada por la catalana de los Xavi, Piqué y Puyol con una goleada. Está claro que si la selección española no pudiera contar con jugadores de otra nacionalidad como la catalana, no habría ganado el Mundial.
Todos en éste país nos conformamos con los mil euros que nos pagan de sueldo, y eso si tenemos la suerte de tenerlo pero a nadie le importa que los jugadores españoles de fútbol reciban miles de millones y seguro que a más de uno no le importaría que le recortasen el sueldo si es para pagar a tan apreciados jugadores un plus con el objetivo de que ganen más partidos, a mucha gente parece que los triunfos deportivos de su selección le provocan más satisfacción que el bienestar social de sus familias.
Se dice que desde el Mundo se nos mira con admiración cuando en Europa, especialmente en el norte y centro donde no dan tanta importancia a la parafernalia futbolera, se rien contínuamente de nosostros al vernos como una prolongación del continente africano, como unos pobretones sometidos a gobiernos corruptos, como unos palurdos sin inteligencia que no piensan en otra cosa más que en toros, fútbol y fiesta. Seguimos dando esa imagen en Europa y seguimos en consecuencia siendo el bufón de los europeos. Al igual que pasa con nuestros hermanos italianos, sólo tenemos fútbol y religión, el progreso, el desarrollo y la protección social lo tienen otros como los amigos escandinavos.
Ahora tenemos mascota nacional, otros países como la antigua URSS ya lo tuvieron en tiempos, ellos tenían a Laika, una perra que llegó al espacio demostrando un gran desarrollo científico y tecnológico de su civilización y los británicos tuvieron a la oveja Dolly demostrando un gran avance biológico...en España ahora tenemos como mascota adoptada al Pulpo Paul demostrando un gran avance del borreguismo y palurdismo futbolero.
Te sientas en un café y en la tertulia te pones a hablar sobre las críticas al neoliberalismo y los fallos del estado del bienestar, demostrando con grandes argumentos las tesis científicas de Marx y la gente parece aburrirse, nadie sabe de qué hablas, parece incluso que hablas en otro idioma, en cambio eres el centro de atención y de admiración cuando te pones a hablar de la estadistica goleadora de tu selección de fútbol y con grandes argumentos demuestras al público que es preferible sacar de delantero a Fernando Torres, entonces eres el amo, el sabio, el erudito. Te miran raro (Y con razón porque en los mass media no se habla de otra cosa) si no te has enterado del resultado de la selección pero si comentas que te has enterado del nuevo cacique de turno que ha sido imputado por corrupción se quedan todos sorprendido más que nada porque no saben de quién se trata. Y es que aquí todo el mundo sabe quien es Iker Casillas, Iniesta, Xavi o Puyol pero pocos saben quién es Rosario Ibarra, Amin Maalouf, Muhammad Yunus, defensores de los derechos humanos.
En fin, penica de país, parece endémico el mal que sufre y siempre ha sufrido nuestro condenado país de toreros, futbolistas y prensa del corazón, nadie parece encontrar un remedio para que la gente dedique las fuerzas que muestra animando a su selección de futbol en salir en plantarse delante de los parlamentos a pedir mejores condiciones de vida.
Pan y circo, la mejor vacuna que ha encontrado el Gobierno contra los males de éste país y ya de paso, contra los sentimientos nacionales que tantas inquietudes le provoca al gobierno de Madrid. Penica de país que sólo pueda delebrar el triunfo de una selección de tocapelotas (Y nunca mejor dicho) en vez de poder celebrar la proclamación de la República.
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