En éstos días en los cuales los noticiarios se llenan de noticias
sobre la dudosa moralidad de los hábitos de nuestros líderes de
izquierdas, desacreditándolos en su discurso y asemejándolos al resto de
casta política a la que todo se les puede perdonar pues quien es de
derechas y es corrupto, da igual que corrompa, cumple con lo que
promete, como buen capitalista puede permitirse todo tipo de
inmoralidades y vicios burgueses, me he puesto a imaginar cómo ha de ser
ese líder perfecto, ese icono de la izquierda que nunca se pudo
encontrar pues desde sus orígenes la izquierda ha estado liderada por
burgueses como Karl Marx y no ha existido político alguno de izquierdas
que haya predicado con su ejemplo llevando un modo de vida como un
auténtico proletario con conciencia de clase, imaginando ese utópico
líder, describo a continuación algunos rasgos elementales que debería
tener, seguro que me dejo muchos pues quien redacta ésto es otro
izquierdoso hipócrita vendido al sistema que ha cometido el sacrilegio
de beber Coca Cola.
No compra ropa en el Alcampo como boicot a una
multinacional imperialista que importa ropa de países en donde se
explota a los trabajadores, tampoco en el rastro donde se regatean el
IVA y otros impuestos, la compra únicamente en el pequeño comercio y de
economía responsable y sostenible, cualquier desperfecto en la misma
trata de arreglarlo aguja e hilo en mano, en su defecto, recicla.
Vive
de alquiler, en un barrio marginal, no le importa que la inseguridad de
las calles de su barrio sean una puerta abierta de par en par a los
nazis y fascistas para que puedan escrachearle y lincharle impunemente.
Es
vegano, se abstiene de consumir productos que provengan de la
explotación y del maltrato animal. Compra íntegramente la comida
directamente al productor, boicoteando a los intermediarios que
encarecen los precios de los productos alimentarios explotando al
productor. Siempre recicla y jamás ha depositado una caja de leche en un
contenedor que no sea el amarillo.
Usa sólo transporte público pero
el bus urbano, que el taxi es de burgueses, pero el tren regional que el
ave es de capitalistas, no tiene coche, usa sólo bicicleta, incluso
para desplazamientos interurbanos.
No gasta ni un duro en ocio, se
dedica sólo a leer los libros que toma prestados en la biblioteca
pública y la prensa en ocasiones, sólo disfruta de las fiestas y
actividades culturales para todos los públicos que organiza el
Ayuntamiento pero eso si, no bebe ni una cerveza cada vez que sale.
Le
gusta hacer deporte pero únicamente ciclismo o senderismo, el tenis o
el padel son deportes de burgueses, nunca ha entrado en un campo de
futbol ni en asistido a ningún evento deportivo de ninguna liga
profesional.
Acude a todas y cada una de las manifestaciones y
movilizaciones que se convocan, no se pierde ni una asamblea vecinal ni
sindical pero sólo las que organiza la CNT, no quiere verse envuelto en
ninguna movilización, asamblea o actividad organizada por los sindicatos
de la casta.
Nunca sale de vacaciones, sus vacaciones las utiliza
para viajar a países del tercer mundo a ayudar en proyectos de
cooperación al desarrollo.
No tiene calefacción ni aire
acondicionado, se ducha con agua fría y una vez a la semana, no usa
cosméticos ni gominas, sólo usa la colonia de muestra que regalan en las
perfumerías.
No tiene movil, sólo el teléfono fijo, si sale a la
calle acude a las cabinas que aún están en servicio o en su defecto al
teléfono de los bares que aún tienen para echar monedas, si necesita
mandar un mensaje o navegar por internet lo hace a través de los
ordenadores del centro cívico del barrio.
Tampoco tiene televisor,
únicamente un transistor para escuchar las radios libres de la antena de
su barrio pero la apaga cuando ponen música comercial, sólo escucha
música con mensaje y de grupos y autores que no se hayan vendido al
capitalismo de las discográficas.
Ha amueblado toda su casa con los
muebles que ha ido encontrando en los contenedores o en los puntos
limpios, ha pagado a todos gremios que han acudido a su casa la factura
de modo impecable, asegurándose que ha pagado escrupulosamente el IVA,
lo mismo haría si tuviera una auxiliar contratada unas horas para suministrarle la medicación a su madre, se aseguraría que estuviera debidamente de alta en la seguridad social desde el primer día, pero prefiere ocuparse personalmente de éstas labores pues contratar a alguien para hacerlas le convertiría en un patrón burgués.
Sólo
vota a partidos políticos cuyos miembros en su totalidad sigan
fielmente su modo de vida, el que aquí se describe, además, no acepta la
más mínima negociación o pacto con partidos burgueses, no tolera que se
hable lo más mínimo de políticas de defensa, de interior o justicia,
son cargos que nunca aceptaría, todo lo referente al partido debe someterse a votación, incluido el color de la ropa interior de la persona que asume la secretaría general, la República y la memoria histórica deben constituir parte
principal de todo programa, como buen internacionalista se considera
ciudadano de mundo y no se siente perteneciente a ninguna nación.
Nunca
ha tenido pareja estable, va de flor en flor, sólo cree en el amor
libre, cualquier relación estable de pareja heterosexual lo convertiría
en un alienado por la sociedad burguesa heteropatriarcal, en consecuencia tampoco ha tenido hijos y en caso de tenerlos, no serían
suyos sino del grupo y su crianza y educación corresponderá a su tribu.
Escribe
siempre con lenguaje inclusive, que ningune persone se quede
discriminade por lo que escribe, considere que todes les que escriben de
otre manere son heteropatriarcales.
Siempre ha sido buen
estudiante, crítico e infatigable lector e investigador, hecho que le
llevó a ser un talento en los estudios y a sacarse una ingeniería, por
supuesto becada y en la universidad pública pero renunció al trabajo que
le ofrecieron en una multinacional como ingeniero pues eso le
convertiría automáticamente en un pequeñoburgués, tampoco abrir su
propio negocio de autónomo pues ello le situaría en la clase media
trabajadora por lo que ahora trabaja de ayudante de cocina en un
restaurante.
De toda su hacienda, una pequeña parte se destina a
sus gastos de subsistencia, el resto la destina íntegramente a una ONG y
el pequeño remanente que aún le queda para emergencias, lo guarda
debajo de un colchón pues no tiene cuenta en el banco.
Y así es la
vida del purista de izquierdas, el incorruptible, el perfecto Marxista,
el de moral impecable, el mesías que puede salvar al mundo y está libre
de pecado y protegido de toda corrupción, el coherente con sus ideas, un
Dios pero pagano, los puristas de izquierdas no creen en ningún Dios.
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