En los últimos años ha cambiado sustancialmente el mapa político en nuestro país, especialmente con la entrada de nuevos partidos que han hecho más complejo el sistema de mayorías.
Uno de éstos ha sido Ciutadans, y digo Ciutadans y no Ciudadanos porque el orígen de éste partido es catalán, la primera sede del partido estaba en Barcelona y sus principales líderes fueron y siguen siendo catalanes.
La burguesía catalana desde hace más de un siglo ha tratado de controlar la política económica y social de nuestro país en beneficio de la floreciente industria que ostentaba y su histórico gran poder comercial, de éste modo Cataluña prosperó en detrimento de las regiones de interior de España, mucha gente de la España vaciada emigró a los centros urbanos de Cataluña en busca de mejores oportunidades para trabajar para éstos señoritos catalanes.
Éste poder lo ha tenido siempre, ya sea en dictadura con las grandes familias como los Samaranch o los Nuñez ocupando grandes esferas de influencia como llegada la democracia cuando de la mano de otra gran familia como los Pujol, trató de mantener ese trato privilegiado del Estado hacia la industria y el comercio catalán por medio del movimiento autonomista.
El problema vino cuando se rompió la baraja y parte de ese movimiento autonomista burgués se transformó en independentista, un órdago que lanzó parte del nacionalismo catalán para resolver el resultado de una pésima gestión en Cataluña durante años de gobierno de CIU y que querían solventarlo con un ultimátum al formato de o más financiación (Por medio de un cupo como en el País Vasco) o independencia. Ese órdago supuso traspasar una línea roja que nunca había cruzado la burguesía catalana y que hizo que se dividiera pues a muchos patrones les beneficia más que Cataluña siga siendo el hijo predilecto del Estado que un Estado Independiente y de ahí nació Ciutadans, un partido hecho para que siga gobernando España los de siempre, los grandes señoritos catalanes.
El movimiento fue creciendo y acabó dando el salto al panorama nacional ante la amenaza que suponía Podemos para los intereses de los grandes empresarios y banqueros, todo partió del jefe de un banco catalán, el Banco Sabadell cuando dijo que hay que crear un "Podemos de derechas" y así, ganó adeptos en todas partes de España alardeando precisamente un anticatalanismo que llegaba a lo más profundo de los sentimientos de una España interior, harta de sufrir las consecuencias de una España que siempre ha favorecido más a unas comunidades que a otras haciéndoles olvidar que quienes los están arengando a ese odio son precisamente los señoritos catalanes que quieren que todo siga igual y que la industria y comercio catalán siga prevaleciendo sobre el resto del país.
También crecieron ocupando un espacio político que quedaba huérfano en España y es el de la "Tercera Vía" que teorizó Giddens, ese tránsito ideológico entre la socialdemocracia y el liberalismo, los que algunos llaman "centro", parecía también que Ciutadans iba a representar a esa derecha culta y liberal que marque diferencias con un PP casposo y anclado aún en buena parte en el nacionalcatolicismo. Lejos de ello no tardaron de escorarse progresivamente a la derecha cambiando sus estatutos para definirse como "liberales" y teniendo al PP como socio predilecto.
Ciutadans acabó representando por tanto a lo peor de la derecha, al neoliberalismo, a la insensibilidad total y absoluta por los problemas sociales, al deseo de desmantelar el estado de bienestar y todo lo público dejando el gobierno de la nación a la dictadura de los mercados, el gobierno del patrón en definitiva que reduzca al máximo los derechos de los trabajadores, la ley de la selva en definitiva donde todos somos "libres" pero sólo sobrevive el más fuerte o el más "rico". Un paso más allá del democristianismo que representa el PP que apuesta por el libre mercado pero aunque sólo sea por ese carácter cristiano, reconoce que éste libre mercado deja a mucha gente desfavorecida fuera de juego y es preciso por "caridad cristiana" atenderla. El neoliberalismo o "spencerismo" de Ciutadans omite cualquier tipo de política social, los pobres mejor dejarlos que se pudran, los enfermos igual, invertir en ellos lo más mínimo es ineficiente, hecho que queda reflejado en la frase de Arcadi Espada, fundador de Ciutadans quien dijo que los enfermos de Síndrome Down son "tontos y peores".
En resumen, Ciutadans es la mayor amenaza a la cual se ha enfrentado en décadas nuestro Estado de Bienestar, financiada por el IBEX, las grandes élites económicas, están dispuesta con arrasar con todo lo que supone un estorbo para la banca y la gran patronal, es decir, acabar con la pequeña y mediana empresa que les hace la competencia, con los derechos de los trabajadores para reducir sus costes de personal, con los impuestos a los ricos para que la presión fiscal recaiga en los pobres mediante el aumento del IVA a productos de primera necesidad y con todo lo público para venderlo a la empresa privada, vendiendo asimismo nuestra soberanía nacional a los mercados.
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